jueves, 9 de enero de 2014

Imperius Metallus




¡Hola Locos Seguidores! ¡Feliz 2014 de nuevo! Como os prometí, no he tardado en terminar (por fin) lo que tenía entre manos: la Valkiria de mi amigo Luis. Así pues, y antes de que hayan transcurrido diez días de este prometedor nuevo año en el que tengo puestas grandes esperanzas, os traigo una nueva entrada. Por desgracia, he tenido algunos problemas con las cámaras y he tenido que tirar de algunas fotos "de archivo" del trabajo a medias, casi todas del móvil.

¿Por qué una Valkiria de la Guardia Imperial? Como algunos recordaréis, Barbarus Mortem, mi Land Raider de la Guardia de la Muerte, fue transformado a base de masilla verde, restos y mucho arte por mi amigo Luis. Como muestra de agradecimiento, y también por variar un poco de ejércitos, le propuse a cambio pintar su Valkiria de la Guardia Imperial.

Le propuse a Luis un esquema desértico, que encajaría bastante bien con el esquema de su ejército de la Guardia Imperial, compuesto de una gran variedad de miniaturas que tienen en común el patrón de sus uniformes (uniformes verdes con equipamiento en tonos ocres). En un principio pensé en elaborar un patrón de camuflaje tipo "atigrado" en dos tonos de marrón con bastante
contraste, sin embargo luego pensé que: 1.- ese tipo de patrones de camuflaje en vehículos está ya muy anticuado; 2.- los vehículos de su ejército están pintados en un solo color liso; 3.- me iba a llevar más tiempo y me daba pereza. Teniendo en cuenta estos argumentos (sobre todo el último) decidí que no llevaría ningún patrón de camuflaje.












El color fue un problema. Cometí el error de imprimar con un spray de ArmyPainter en la propia matriz, de color Desert Yellow. Evidentemente, al cortar y limar las piezas desconché pintura de la capa base. El problema es que ninguno de los colores que tenía encajaba bien con la base de imprimación, así que me tocaría pintar al menos una capa (al final fueron más, porque la primera no cubrió muy bien sobre la base de spray) a pincel. Finalmente, me decidí por el Amarillo Piedra (Middlestone) de Vallejo, color que cuando fue visto por mi amigo Luis fue inmediatamente rebautizado como "Verde Caca". La verdad es que este es un color neutro que me gusta mucho, a medio camino entre el amarillo mostaza y un verde oliva, lo que hace que conjunte muy bien con verdes y marrones. Este color lo sombreé con Agrax earthshade en todas las juntas de paneles acanaladas. También se dí una capa de esta tinta a algunos paneles sueltos, para darle algo de variedad al exterior de la aeronave y romper la monotonía. Finalmente iluminé las aristas con otro color de Vallejo, WWII German Camo, una especie de gris verdoso.












El interior lo sombreé por completo con el agrax earthshade y lo iluminé con Pale Sand de Vallejo. Los detalles de lucecitas y demás los fui pintando de diversos colores: rojos, amarillos, violetas, azules o verdes. Las partes metálicas recibieron una capa base de negro, una capa de Leadbelcher y un lavado de Nuln Oil. Las partes metálicas más brillantes un pincel seco de Plata, otro lavado en Negro, y un último fincel seco muy sutil de Plata. Algunas zonas recibieron lavados de Agrax Earthshade, Reikland Fleshade o Chesnut Ink para conseguir diversos tonos y refeljos de óxidos en los metales.












La cabina fue pintada en negro y metal, muy sencilla. Los paneles de mandos tienen luces y el tablero del artillero (detrás, al contrario que en la mayoría de helicópteros de combate en que va delante para tener mejor visibilidad) tiene una pantalla digital de objetivos en tonos verdosos. Los pilotos y artilleros están tienen algunas zonas pintadas en Middlestone (el resto es el color base del spray) y sombreados con Agrax Earthshade según las zonas del uniforme. Los visores de los cascos llevan un par de capas de plata y varias capas de vitrificado azul.












En esta Valkiria he experimentado la gama de colores "Oro líquido" de Vallejo. He de decir que aunque es cierto que es un pequeño engorro el tener que preparar una paleta aparte para rebajar las pinturas con alcohol, tampoco es para tanto, y el resultado merece la pena: son los mejores colores metalizados que he probado, pues cubren muy bien con una sola capa de pintura, y no son nada caros.












Lo último que hice fue colocar las calcomanías, sellarlas con laca y retocar alrededor de las mismas con pintura para que no se notaran tanto. Y ya está, terminada. Parece poco, pero en realidad han sido varios meses de trabajo (porque no he sido nada constante con ella y al final he pintado otras cosas). Espero que os guste y preguntéis cualquier duda. Un abrazo a todos y, como siempre, ¡gracias por seguirme!


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