¡Hola a todos, locos seguidores! Ya es agosto y el calor que parecía que nos había dejado algo más tranquilos en el estío madrileño está volviendo... por lo menos la gente se sigue yendo de vacaciones y es más fácil aparcar en el centro, aunque desde este año, con zona azul y verde en el mes de agosto... GRRRRR..
Hoy os traigo una mini suelta que pinté tanto por variar, como porque la tengo desde hace muchísimos años: el Heraldo de Khorne de Forge World. Como es una miniatura solitaria (porque al super príncipe demonio de Forge World que viene con ella no creo que de momento lo vaya a pintar...) la pintaría suficientemente rápido como para no perder demasiado tiempo con ella, pero sería la conexión que encesitaba de los seguidores de Nurgle para volver a cogerlos con fuerza para lo que estoy pintando ahora.
La técnica de pintado fue la misma que la de Despojacráneos, con la adición del cadáver desmembrado al que el heraldo está rebuscándole el corazón en la caja torácica. Su piel la pinté del mismo modo que la de un humano vivo, porque imaginé que el heraldo rebuscaba dentro de un enemigo que acabaría de matar en medio del fragor del combate, así que no le habría dado tiempo a pudrirse. Como no iba a barnizar la miniatura, y no quería usar el Quickshade de Army Painter sólo para las entrañas, les dí por encima del pintado una capa de tinta carne de las antiguas, para que las entrañas brillaran.
Un detalle característico de esta mini es la peana, que venía con el kit de peanas de 40k (me lo compré hace ya cinco años y aún no lo había utilizado). La verdad es que está pintada de manera muy sencilla, a base de pinceles secos de diversos grises y color hueso, pero me gusta mucho el efecto final.
En fin, os dejo por hoy, vuelvo a trabajar en mi siguiente proyecto del dios de las enfermedades, que sigue adelante, lento pero seguro...
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