sábado, 23 de febrero de 2013

Sabuesos de sangre

¡Hola locos seguidores! En lo venidero comenzareis a notar algunos cambios en el blog, y es que estoy pintando tantos Ángeles Oscuros como seguidores de los Poderes Ruinosos (es lo que tiene que a ellos también les hayan sacado un Codex nuevo hace nada...) y no me parecía bien excluir a mis pobres e incomprendidos No Perdonados, además de que así el Blog no se resentirá tanto si paso algún tiempo sin pintar algo caótico. Si además a eso le añadimos que he tenido que estudiar bastante desde Navidad hasta ahora, entenderéis un poco mejor por qué llevaba tanto sin añadir entradas.












Hoy os traigo unas miniaturas que tenía atragantadas desde hacía tiempo: Karanak y los mastines de Khorne actuales. Digo atragantadas porque esas minis empecé a pintarlas en octubre, y después de imprimarlas en negro (error), darles la capa de color base rojo oscuro y un sombreado en Devlan Mud, empecé a darles luces de tojo sangre escama de la piel por escama y me deprimí del tiempo que me llevaba, así que después de dar luces a uno y medio de ellos, aparqué a los seis en la vitrina y me olvidé por completo de ellos.
La semana pasada los vi y pensé "tengo que acabar con ellos para quutarmelos de en medio", y eso fue lo que hice, aunque no estaba dispuesto a dedicarles tantísimas horas como les habría hecho falta dándoles luces de forma tradicional: recurrí a mi antigua técnica amiga, el pincel seco.












Antaño yo era un firme defensor del pincel seco, cuando aún no sabía dar luces como Dios manda. Pero entonces apareció mi amigo Gonzalo en mi vida (también conocido como Asur) y me dijo una gran verdad: "el pincel seco es la primera técnica de iluminado que aprendes, pero también la primera que has de desechar (para la mayoría de los casos...). Y yo le hice caso y desde entonces casi no he usado el pincel seco, por lo que cada vez he tenido menos pinceles aptos para hacerlo y así, por lo general cada vez que lo he intentado me ha quedado muy mal, así que lo usaba menos aún. Pero ahora vuelvo a tener pinceles guays para hacer con ellos pincel seco, y creo que en los mastines no ha quedado nada mal. De hecho pienso que hay algunas miniaturas en las que queda mucho más natural un pincel seco que unas luces hechas con degradado, un difuminado o un perfilado.












Así pues, decidí que me ventilaría los 6 mastines en una tarde. Dicho y hecho. A base de sendos pinceles secos de rojo y uno de naranja mas suave hice la piel de todos ellos. Para las espinas, cuernos, garras y colmillos usé amarillo Iyanden, un lavado de Devlan Mud, luces en arena desierto de vallejo y (salvo en los dientes) luces finales en blanco. Los collares y demás partes de bronce llevan una capa de latón de vallejo, luces de dorado de vallejo, una capa de tinta avellana antigua de Citadel diluida, y unas ultimas luces de oro vallejo. Lo dicho, en unas tres horas de pintado había terminado. Ya no volverían a reírse de mí desde la vitrina.












Lo único malo de ésto es que ya tenía mastines antiguos, y pintados desde hace ya mucho tiempo. No sólo están peor pintados, sino que además tienen mucha tralla encima de llevarlos de un lado a otro. La idea es usarlos todos juntos como una gran unidad de diez o como dos unidades de cinco, y supongo que acabaré repintándolos, pero más por una cuestión de coherencia en el esquema de pintado que otra cosa. Pero por ahora se van a quedar igual, que últimamente he echado demasiadas minis a líquido de frenos, y si ya tenía muchas miniaturas pendientes de pintar ahora tengo todavía más por querer repintar mis viejas aberraciones.












En fin, la semana que viene más y mejor...

1 comentario:

  1. Felicidades Amigo... Ya nos tenías en vilo demasiado tiempo esperando actualizaciones... Retoma esta buena costumbre!

    ¡Un hurra por esos Mastines!

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