lunes, 13 de agosto de 2012

El venerable Alcarntor, Dreadnought de la Guardia de la Muerte


¡Hola a todos! Últimamente he pintado más bien poquito, porque me han surgido mogollón de planes y cosas que hacer. Sin embargo, a partir de las próximas semanas tendré que ponerme a estudiar a tope y, por incompatible que parezca, supongo que volveré a coger la rutina de pintar todas las noches un ratito antes de irme a la cama para eliminar la saturación normativa de mi cocorota...












Tengo tantos dreadnoughts (dos de Ángeles Oscuros y cuatro caóticos, y en proyecto tengo el adquirir tres más para los primeros y tres o cuatro más del Caos... ¡soy un tarado!) porque me encantan, y por muchas razones. La primera es que son imponentes. De hecho, son tan imponentes que normalmente son de las primeras cosas que caen de tu ejército a pesar de que no suelen ser determinantes en ninguna partida. La siguiente cosa que me gusta de los dreads es que son fáciles y rápidos de pintar. Al fin y al cabo, es como pintar un marine pero a lo grande, pero no por ser más grande es una escuadra, así que no suelo tardar en pintarlos más de una o dos (o como mucho tres) sesiones de pintado. La última, es que las miniaturas de dreads de cada una de las 18 Legiones son impresionantes.












Ya tengo preparado para pintar el otro dread de Nurgle pero, como ya sabeis, no será lo siguiente que pinte, por aquello de variar... De todas formas, con todo lo que tengo pintado ya del Señor de las Plagas (y los proyectos futuros que no desvelo... jejeje), me parece que la fuerza de Nurgle que voy a acabar teniendo será muy respetable...

Te veo...

¡Gracias por leerme! La próxima entrada llegará pronto...

2 comentarios:

  1. Es realmente repulsivo tio... Mis más sinceras felicitaciones!!!
    Ardo en deseos de ver que será lo próximo que pintarás...

    Un abrazote sirviente del Dios de la Pestilencia!

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  2. Dan ganas de abrazarlo y quedarse todo pringoso después

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